Pero realmente, quién acosa a quién? Porque, vamos, los famosos no se quedaban quietecillos precisamente: insultos, puñetazos, patadas, micros por el suelo, cámaras rotas,...
Qué sólo hacen su trabajo? Bueno, estaremos de acuerdo. Pero en donde están los límites entre la libertad de expresión y la intimidad personal. O qué pasa, que por ser famosos han perdido tal derecho?
A mí sinceramente me importa poco. No me gusta la prensa "del corazón" y todo lo que la rodea, incluido el color rosa.
Este post viene a la indignación y vergüenza ajena que sentí por los males haceres de ambas partes porque ante todo somos personas y deberíamos comportarnos como tales.