jueves, 9 de septiembre de 2010

Gato de barro















Para todos los componentes de la Gatera de Rumbo


El gatomero

viernes, 16 de julio de 2010

Unha noite no muiño...



















Unha noite no é nada
unha semaniña enteira
eso sí que é muiñada
la larala lá ...

El gatoacebo





















martes, 27 de abril de 2010

miércoles, 14 de abril de 2010

Al final...

...no fuí quien de negarme.
Llevaba un tiempo tratando de evitarlo, pero me tentaban desde varios lugares de España diciendome que así estaríamos más en contacto, que en cierto modo nos veríamos las caras.

No me apetecía nada, no por nada en concreto, si no tengo nada en contra, más bien era vagancia. Pensaba: "Si apenas le dedico tiempo al blog", porque el poco tiempo libre que tengo ahora lo "aprovecho" en otras cosas o, simplemente, para tirarme en el sofá y vaciar la cabeza entre suspiros y bostezos.

Pero al final, hará cosa de unos días, me convertí en un miembro más de facebook.

martes, 13 de abril de 2010

Pensamiento


jueves, 21 de enero de 2010

El Gatohelecho.


Fausto, Puca y Fermín.

Paradoja, paradigma, dilema... de una gacela.



Una gacela Thomson encontrábase paciendo plácidamente..., bueno, plácidamente... en fin, todo lo plácidamente que se podría estar en medio de la sabana.

Os imaginais? Bocado, vistazo, bocado, vistazo, abajo, arriba... qué dolor de cervicales!! Ya veis, alguno diría: "Es ley de vida". Pero, buf, así no hay quien engorde! No saboreas ni la comida. Cómo se puede estar comiendo y pendiente al mismo tiempo de los movimientos sospechosos de la maleza encubridora de felinos salvajes? Las digestiones son tan rápidas como las comidas. Cuando quieres darte cuenta lo que está entrando ya está saliendo. Si es que así no se puede.

Pero bien mirado.

Si pudiésemos comer tranquilamente, saboreando la comida, masticando con calma, las digestiones fueran a su ritmo y no hicieramos tanto ejercicio, nos pondriamos hermosamente redondas y entonces nuestros desacostumbradas rótula empezarían a quejarse y nuestras patas tendrían que soportar tanto peso que apenas seríamos capaces de movernos.

Moraleja: No te comas tanto la cabeza y disfruta de la vida.

sábado, 9 de enero de 2010

La historia de Benito.


Benito es un gato atigrado jovencito que un buen día apareció en una de nuestras ventanas creando confusión y revuelo en "gatolandia".

Al principio, desconfiado e huidizo, pero después de unos cuantos días y comidas,ya es el señor del alfeizar. Y cuando por una ventana no ve a nadie, se va a otra hasta que nos encuentra. Te imaginas estar lavándote los dientes y notar como unos pequeños ojos suplicantes no dejan de observarte?

Y es que Benito, desde un principio, se nos antojó que era un gato de casa. Raro que un gato de estar fuera busque más mimos que comida. Pero la prueba feaciente, es que averigüando el sexo descubrimos que está esterilizado.

De ahí, que cuál será la historia de Benito?

Se cansarían de él.

Simplemente, dejó de ser pequeñito.

Mmmmmm, poco probable sino no lo hubieran esterilizado.

Puede que un día saliera a la aventura y luego no supo volver a casa, como les pasó a Mosquito y Poli (o al menos eso quiero pensar), o simplemente no podían seguir teniéndolo en casa.

Por eso, cuando veo que Benito, pienso que ojalá nuestros dos "pequeños" tengan un sitio donde pasar las noches frías y alguien que les eche un poco de comer y les de un mimo.

Os echamos de menos.